El psicoanálisis con niño
De Silvia Salman (comp.)
Karina Lipzer
Silvia Salman (comp.) y Jacques-Alain Miller, Esthela Solano Suárez, Silvia Elena Tendlarz, Marita Manzotti, Marie-Hélène Brousse, Adela Fryd, Estela Paskvan, Aníbal Leserre, Mario Goldenberg, Marcela Antelo, Alejandra Glaze, Mónica Prandi.
"Lo serio, decía Jacques Lacan, es la serie". Y tenía razón. Han existido, sin duda alguna, muchas publicaciones en torno al debate sobre el psicoanálisis con niños, hasta formar una comunidad de experiencia capaz de tratar sobre ello de manera cualificada y responsable.
Encontrar su sitio en la serie, y distinguirse sin embargo de ellas, subraya la originalidad de este libro. Esta es la apuesta que transmite.
"Psicoanálisis con niños. Fundamentos de la práctica", es el título de este recorrido cuidadoso, que ofrece perspectivas inéditas, plantea preguntas e introduce la reflexión sobre vías imprevistas y fecundas. No hay acumulación de saber, hay resto. Renovación de la pregunta por la eficacia del psicoanálisis.
El libro se divide en cinco apartados: "Decisión, causa y deseo", es el primero y reúne cuatro trabajos en relación a esos tres términos y su articulación en la experiencia del análisis. El trabajo de Jacques-Alain Miller sitúa estos conceptos tal como se presentan en la entrada en análisis; y el de Estela Solano Suarez ubica la decisión en el niño como "aquello que puede sondearse en un análisis, por más insondable que sea. Puede sondearse en un análisis y deducirse como posición de un sujeto". Luego, el estudio de dos casos de autismo: el de Silvia Elena Tendlarz muestra la diferencia entre el "querer decir" de la neurosis y el "querer gozar", nivel en el que se ubica esta estructura. El de Marita Manzotti, la "modalidad particular, en el caso del autismo, de vérselas con ese goce que no tiene freno, que no está en el cuerpo, como una particular manera de calcular el desencuentro, de mantenerse en la justa distancia que no fuerce a quedar implicado en la relación con el Otro" y la posición del analista frente a esta estrategia particular de desencuentro.
"Las encrucijadas de la castración": es el título del segundo apartado. En él, Marie-Hélène Brousse ubica en la astucia de la feminidad el reverso de la posición reivindicativa, haciendo funcionar la falta como operador de la seducción. Los trabajos de Adela Fryd y Estela Paskvan recorren los distintos pormenores en torno a los arreglos sintomáticos del niño y sus avatares frente a dicha encrucijada.
"El psicoanálisis y lo infantil", es el tercero. El texto de Anibal Leserre elabora una serie de consideraciones acerca del psicoanálisis con niños, su especificidad, la eficacia terapeútica y la ubicación de la práctica con niños entre psicoanálisis puro y aplicado. Concluye en torno a la pregunta acerca de "qué niño hablamos cuando decimos niño". Mario Goldenberg ubica la respuesta y sus variaciones en la obra de Freud y el escrito de Marcela Antelo toma el concepto infancia en relación a la cultura.
"Los laberintos del saber", cuarto apartado que reúne dos trabajos: el de Alejandra Glaze sitúa la dificultad para introducir al "débil mental" en el discurso analítico: "El débil mental protege su posición subjetiva volviéndose esclavo de una lengua que excluye la posibilidad del chiste, del equívoco, asegurándose su desabonamiento del inconsciente".
El de Mónica Prandi desarrolla la apuesta del psicoanálisis frente al cruce de discursos con la psicoterapia y la psicopedagogía.
El último, bajo el título "Estudios", recoge dos trabajos de Silvia Salman .El primero elabora las modalidades del síntoma en el niño, en relación a los padres y como construcción de una experiencia de análisis. El segundo parte de la formulación "el juego es un aparato de goce" para abordar la articulación real, simbólico e imaginario y " leer su incidencia en la clínica como así también su uso diagnóstico"
"Los fundamentos de la práctica" es el subtítulo del libro. Sus autores, analistas de la AMP, saben del desafío de volver sobre los fundamentos, de volver a decir los fundamentos. Éstos no son el suelo seguro donde se erige un edificio de saber, mas bien en ellos se recogen los efectos de verdad que una experiencia funda y se prueba con hacerlos pasar al saber.
Concebir de qué hablamos al indagar la acción de contar la clínica es aquello en lo cual alguien cuenta lo que no se puede explicar.
Los autores de este libro hacen ingresar en cada uno de sus relatos la cuestión decisiva de la presencia. Y es el concepto de real lo que nos permite encontrar el lazo de la presencia con la clínica. Se trata de hacer algo con eso que perfora, construir en torno a lo inaccesible.
"En la clínica con niños, como dice Adela Fryd en su trabajo, hace falta que el analista ponga lo suyo, su presencia, su lugar, donde el niño nos dé su gracia como analizante".
Para concluir, ubico el punto en el que este libro gana su apuesta: quien recorra sus páginas no encontrará nada definitivo, sino aperturas de camino. Ni la transmisión vacía y cerrada, ni la inventiva desaforada. Una puesta en acto de lo que Lacan ubica en la presentación de la Sección Clínica: "La clínica psicoanalítica es una manera de interrogar al psicoanálisis para que declare sus razones".