Le triomphe de la religion
De Jacques Lacan
Lidia López Schavelzon
Des Noms-du-père y Le triomphe de la religion, son los dos títulos que inician una colección de libros de pequeño formato, dirigida por J.-.A y Judith Miller, destinada a difundir trabajos inéditos de Jacques Lacan. Una frase a modo de interrogación recorre la portada de cada libro: "Cómo hacer para enseñar eso que no puede enseñarse". Una pregunta que se formuló el mismo Lacan, y que el establecedor del texto relanza aquí, para proponer cada obra como una posible respuesta. Un acicate que permite recortar la formulación que Jacques Lacan hace en Des noms-du-père: "el sentido de una enseñanza es que nunca se atrapa".
Le triomphe de la religion, publicado en la misma colección, está precedido de Discours aux catholiques,
Este último comprende dos conferencias pronunciadas en marzo de 1960, en Bruselas. El primero se corresponde con una entrevista otorgada a la prensa, en Roma, en octubre de 1974, en ocasión
del VII Congreso de la EFP. Ambos trabajos provienen de la recopilación de la obra oral de Lacan.
Se puede anteponer una pregunta para temperar el abordaje de estos textos: ¿Qué anunciaba Lacan hace más de treinta años con esta afirmación –El triunfo de la religión- que, por lo menos, desconcierta?
El curador del texto, J.-A. Miller, se vio convocado por esta afirmación y da una respuesta "Su profecía se basa en que la religión es susceptible de hacerse cargo de lo que responde a lo real, a saber el sentido." Lectura que en palabras de Lacan se encuentra en este libro: " Han invertido mucho tiempo, pero de pronto comprendieron cuál era su oportunidad con la ciencia. Será preciso que a todas las conmociones de la ciencia les den un sentido."(p. 79)
Se podría concluir que la ciencia es redimida por la religión, en la medida en que los avances científicos son cada vez más perturbadores e inquietantes. Cuando el campo de experimentación se extiende e incide en los aspectos más insospechados que hacen a la vida, transponiendo de modo impensable los límites propios de la condición humana, la religión se aplica a redoblar su apuesta para dotar de sentido a lo insoportable que resulta de este extravío.
La religión ocupa un lugar privilegiado tanto en las elaboraciones de Freud como en las de Lacan, ninguno de los dos ignoró el valor y el peso de ésta. Freud escribe "Tótem y tabú" para dar cuenta de la pérdida de goce, justamente Lacan pondrá en el centro de su teorización sobre los Nombres del Padre que esa pérdida es estructural; la estructura significante o la estructura simbólica, real e imaginaria, dan cuenta de la pérdida de goce.
Lacan interroga los postulados que la religión despliega para reconducirlos a la temática del Nombre del Padre y despejar tanto el deseo de Freud como la función de velo que cubre la pérdida de goce.
De este modo se entiende la publicación simultánea de ambos libros: cada uno remite al otro.
Permiten enlazar la lectura para situar cuestiones puestas en el centro de los debates que no sólo competen al psicoanálisis, sino que desbordan sus límites.