Diciembre 2001 • Año I
#4
Dossier

Mi Escuela

Judith Miller

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Julieta Espósito
Sin Título.2005.
Fibra y acrílico sobre madera.
20 x 46 cm.

Desde París, donde vive, Judith Miller, Presidenta de la Fundación del Campo freudiano y miembro de la EOL, comparte con nosotros la emoción de estos diez años de trabajo, diciéndonos cómo se ubica en una función de "puente" transatlántico, haciendo conocer el trabajo de esta Escuela que es la suya, como insiste en subrayar.

Festejo con emoción el décimo aniversario de la EOL, en la finalización del año del centenario del nacimiento de Jacques Lacan.

Estoy feliz de que la EOL sea mi Escuela: qué magnífico trabajo se cumplió!, qué dinamismo, siempre en punta respecto del desarrollo del Campo freudiano y siempre en el corazón de las iniciativas de la AMP.

Del gran abanico de responsabilidades que Jacques Lacan esperaba que una escuela de psicoanálisis tomara a cargo, creo que la EOL es aquella que en la AMP asume el mayor número de ramas. Del pase a su Comisión internacional, pasando por su biblioteca y sus actividades editoriales (incluyendo las traducciones); de la interdisciplinaridad y la formación clínica de los jóvenes, a su rol motor en la reapertura del debate en el movimiento analítico, mi Escuela prosigue con Jacques Lacan: transmite, inventa, forma y asegura así su lugar en el psicoanálisis en el siglo, no solo en Argentina sino allí donde no tenía ninguno; no solo en el interior del país sino en aquellos donde existen Escuelas de orientación lacaniana. La relación de cada uno de sus miembros a la causa analítica se cristaliza en su seno en una transferencia de trabajo que verifica a los ojos del mundo entero cómo Jacques Lacan estaba en lo cierto al afirmar que el psicoanálisis es el remedio del malestar en la civilización.

No puedo dejar de estar entristecida por la dureza de los días que atraviesa la Argentina, pero estoy muy admirada por el éxito renovado de las últimas Jornadas de mi Escuela y de las preciosas herramientas que nos acaba de ofrecer: las publicaciones Encuentro en Buenos Aires y Lacan argentino.

Impaciente por encontrar a muchos de mis colegas y amigos en Bruselas y París en el 2002, me concentro en hacer compartir los efectos de su trabajo del lado del Atlántico en el que vivo. Es en esta función de puente que creo poder ser digna de mi Escuela luego de diez años y por mucho tiempo aún: este décimo aniversario es una fecha para todos los ciudadanos del país del Campo freudiano.

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