
Alejandra Koreck
Borges, the instant
E- mails, whatsapp, Instagram, Facebook, Twitter. Todas formas de mirar y ser mirado. Imágenes y escrituras se combinan, tendiendo estas últimas a ser lo más acotadas-abreviadas posibles. El verbo "hablar" queda confundido tras la acción de escribir o mirar. A diario se repite la escena de parejas o familias reunidas cada uno ensimismado con su objeto. También al consultorio traen los pacientes sus fotos o cadenas de mensajes de texto para mostrar escenas de su malestar. "El mundo es omnivoyeur, pero no es exhibicionista- no provoca nuestra mirada"[1]
Pienso que es una afirmación que hoy ha quedado corta. Hoy es exhibicionista! El borde entre pantalla soporte y mostrar, angustiar, queda franqueado. Provoca nuestra extrañeza. El fenómeno It girls, es otro ejemplo. Chicas "eso". Atracción absoluta. Mujeres que se dan a ver y convocan millones de seguidores en las redes, quienes siguen sus vidas como telenovelas en los teléfonos: ropa, lugares que frecuentan, comidas que gustan. Provocan, excitan la mirada y marcan tendencias. Se instalan en un lugar de ideal generando referencias, certezas y orientación. El velo entre lo público y lo privado queda corrido. Se hacen "transparentes" a nuestra mirada pero no sabemos nada del goce opaco y singular que habita en cada una. Entonces, está quien mira y quien es mirado, aunque "nunca me miras desde donde yo te veo"[2] Todo lo real es visible[3] encuadra la ideología actual que se extiende a todos los dominios y campos de la vida. Pero a la vez la conclusión que cuanto más se mira, menos se ve.
Integrante del Grupo coordinado por Maria Laura Errecalde- La función omnivoyeur de las pantallas- Enapol 2015
NOTAS
- Lacan, J- Seminario XI- pag 83
- Lacan, J. Seminario XI- pag 109
- Entrevista a Gerard Wajcman sobre El ojo absoluto- Revista Consecuencias