Noviembre 2020 • Año XIV
#39
Cronos

Abismo y aparente continuidad

Claudio Spivak

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Ilustración: Ezequiel Sarudiansky
Instagram: @_zek3_

Abismo

Una característica común a las crisis las vincula con el tiempo. Las crisis se presentan con carácter súbito, por lo general, acelerado, y también suspenso. Esto las distingue del tiempo precedente, que implicaría alguna permanencia y estabilidad. De tal forma, la crisis implicaría el tránsito de una situación más o menos estable a otra. En el pasaje, se ubica la crisis, como una suerte de abismo entre un pasado que ha perdido vigencia y un futuro por llegar.

Ferrater Mora,[1] que orienta en algo este desarrollo, propone una distinción entre dos modalidades de crisis. Estas son las individuales y las históricas. En este campo, las crisis suelen ser de creencias.

Siguiendo esta línea, podemos ordenar dos perspectivas que provienen de la orientación lacaniana. La primera es una lectura que Marie-Hélene Brousse [2] realiza a partir del Seminario 17.[3] Señala así lo que es una crisis según el discurso analítico:

es el momento en el que se introduce una suspensión (en el sentido de quedar en suspenso) de la cuestión de la verdad. La doxa, es decir, los significantes amos que organizan el discurso, dejan de funcionar: La verdad es apartada, dejando espacio a una abertura, una suspensión en la que se producen calamidades hasta que un significante nuevo llega a imponerse eliminando el suspenso. Otra Doxa triunfa entonces, restableciendo el lazo social: salida de la crisis.

Puede leerse la distribución en dos tiempos y un intervalo. Un primer tiempo, donde los significantes amo dejan de funcionar; el momento de intervalo o de suspensión de la cuestión de la verdad; y luego, la llegada de un nuevo significante amo, que reestablece el orden e implica la salida de la crisis.

En una perspectiva afín, Jacques-Alain Miller, durante un reportaje que le hiciera la revista Marianne [4] con motivo de las crisis financiera del 2008, promueve que hay crisis en el sentido psicoanalítico “… cuando el discurso, las palabras, las cifras, los ritos, la rutina, todo el aparato simbólico, se demuestra súbitamente impotente para atemperar un real que hace lo que se le antoja”. Agregando a continuación que una crisis “… es lo real desencadenado, imposible de dominar”.

Más adelante, en el mismo reportaje, pondrá en tensión la idea de crisis junto a semblante y sujeto supuesto saber. Afirma que el universo financiero es una arquitectura de ficciones sostenido en un “sujeto supuesto saber”, quien detenta el saber del porqué y del cómo. Esta arquitectura se soporta de la confianza, por la transferencia con el sujeto supuesto saber. La crisis sobreviene cuando se hunde este sujeto supuesto saber. Mientras tanto, la salida de la crisis implica la reconstrucción de un sujeto supuesto saber, quizá nuevo.

En Miller, la secuencia de dos tiempos alude primero a la caída del sujeto supuesto saber que sostiene una arquitectura de ficciones, al tiempo que vela un real; luego la crisis como un abismo o intervalo donde lo real aparece desencadenado; finalmente un segundo tiempo donde se reestablece la función sujeto supuesto saber.

 

Aparente continuidad

En algún sentido, puede pensarse a la crisis como una suerte de continuidad, que implica el pasaje de una situación a otra. Aquí presta ayuda el origen etimológico [5] del término, tomado del griego crisis, que implica la idea de “decisión” y que deriva de krino, cuyo sentido se adecua a “yo decido, separo, juzgo”. Tal como puede leerse, en esta orientación se mantiene un lugar para el agente, aunque bajo el modo del emplazamiento. Esto es solidario del momento decisivo, en el que hay que decidir.

Siguiendo esta dirección, la crisis viene a resolver o resuelve una situación previa, al tiempo que fija el ingreso en una nueva, la cual planteará problemas distintos y propios.

Es posible leer en Lacan un uso en este sentido, aunque indicando la fractura inherente en ese pasaje de situaciones. Dicha fractura ilumina la presencia de lo real. Aquí crisis es asociado a síntesis, enmarcada en la dialéctica hegeliana, que oficia reduciendo lo abrupto de lo real en juego. La referencia la encontramos en la reseña a “Los cuatro conceptos fundamentales”.[6] Recordemos que el seminario mencionado es, en cierta manera de entender, el que continúa a la excomunión y a la prosecución de la enseñanza en la Escuela Normal Superior.

El nuevo ámbito no implica solo una variación geográfica. Según escribe Lacan, se amplifica el auditorio y se indica un cambio de frente para el discurso que sostiene. Ya no se tratará de un discurso dosificado a los especialistas. Para el nuevo ámbito, varía la respuesta. La traducción que leemos dice:

Nos pareció que debíamos invertir esta presentación, por encontrar en la crisis no tanto la ocasión de una síntesis como el deber de iluminar lo abrupto de lo real que restaurábamos en el campo legado por Freud a nuestro cuidado.

El esfuerzo del discurso de Lacan había dado estatuto a “ese real”, lo cual es “la subversión producida en el sujeto del saber”. La elección para el seminario, en el nuevo ámbito y con nuevas variables, implica tomar los cuatro conceptos “que juegan en esta subversión una función originante”, pero redefiniéndolos, y manteniendo una pregunta como constante; la pregunta que va de ¿el psicoanálisis es una ciencia? a¿qué es una ciencia que incluya al psicoanálisis?

La operación de Lacan en la crisis, en el pasaje de una situación a otra, puede acotarse como: orientado por su discurso, ilumina el real que había restaurado, ubica los conceptos originantes, transformándolos, y manteniendo como constante una pregunta, al tiempo que asume el cuidado del campo legado por Freud.

En el momento decisivo, podemos decir, un acto sugiere la continuidad.

NOTAS

  1. Ferrater Mora, J., Diccionario de filosofía, Tomo I, A-K, Sudamericana, Bs. As., 1965.
  2. Brousse, M.-H., “Cuando el sentido se agota”, Jornadas elp Crisis, 2015 [en línea]. Consultado en http://crisis.jornadaselp.com/author/marie-helene-brousse/
  3. Lacan, J., El Seminario, Libro 17, El reverso del psicoanálisis, Paidós, Barcelona, 1992.
  4. Miller, J.-A., “La crisis financiera vista por Jacques-Alain Miller”, El Psicoanálisis, Revista de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis n° 27, 2008 [en línea]. Consultado en http://elpsicoanalisis.elp.org.es/numero-27/la-crisis-financiera-vista-por-jacques-alain-miller/
  5. Corominas, J., Breve diccionario etimológico de la Lengua Castellana. Tercera edición muy revisada y mejorada, Gredos, Madrid, 1987.
  6. Lacan, J., “Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis”, Otros Escritos, Paidós, Bs. As., 2012, pp. 205-207.
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