Febrero 2006 • Año V
#14
XIV Jornadas Anuales de la EOL

Reseña de las XIV Jornadas Anuales de la EOL

María Inés Negri

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Juan Doffo
Expuesta en la Muestra de Virtualia, Palais de Glace, agosto 2005.

En las próximas páginas el lector encontrará una reseña que evoca las últimas Jornadas Anuales de la EOL. María Inés Negri recorre el 3 y 4 de diciembre de 2005 y transmite el clima de trabajo que tuvo lugar bajo el tema Síntoma o Trastorno.

Las Sesiones Plenarias, las mesas simultáneas y el cierre mismo pusieron en tensión estos dos términos. ¿Cúal es la diferencia entre uno y otro? ¿A qué política responden? ¿Qué quiere decir "la cognitivización del psicoanálisis" ? Estas son algunas de las preguntas que los diferentes expositores supieron poner al trabajo.

M. Bassols, invitado a dar el Seminario de estas Jornadas propuso en la segunda parte de su ponencia otra articulación, la del Síntoma y el Padre. De este modo el tema propuesto de las Jornadas concluye su tensión abriendo las perspectivas del próximo Congreso de la AMP a realizarse en Roma.

El 3 y 4 de diciembre de 2005 se llevaron a cabo con la asistencia de más de 500 participantes, en la sede de La Rural, en Buenos Aires, las XIV Jornadas Anuales de la EOL, bajo el tema Síntoma o Trastorno. En esta oportunidad contamos como invitado para dictar el Seminario con la presencia de Miquel Bassols, miembro de la ELP. Romildo do Rêgo Barros fue nuestro invitado por la EBP y Lizbeth Ahumada por la NEL, quien por inconvenientes en el transporte aéreo no pudo estar presente para presentar su ponencia titulada: "El mal humor"..

El sábado 3, se desarrolló todo el trabajo en el marco de Sesiones Plenarias.

La Apertura estuvo a cargo de los integrantes de la Comisión Científica: Norma Barros, Carlos Dante García y Ana Ruth Najles.

Norma Barros, tituló su texto "El zángano de la colmena"; hizo hincapié en la promoción del yo en la actualidad, conforme a la concepción utilitarista reinante. En esta época de goces sin Otro, en la cultura del yo, en la cultura del trastorno o del desorden, surge la exigencia de reordenar y llama a los reordenadores. Nos recuerda lo que Miller en su seminario Donc plantea; que en general el primer síntoma que el sujeto lleva a su análisis es el yo, su delirio de identidad. Se trata en un análisis no de rectificación sino de la caída última de este delirio de identidad, en el que el goce yoico está inscripto.

Carlos D. García nos habla de "El síntoma en positivo" y plantea siguiendo el curso de Miller, "Pièces detachées", que el psicoanálisis marchará mejor cuando no entremos en competencia de poder con las TCC; lejos de ello se trata de servirnos del sinthome de un modo útil. Lo que implica re-significar el valor, el estatuto, el sentido y la orientación del síntoma en el psicoanálisis mismo. No situarlo exclusivamente en contra de las TCC ni tratar de eliminarlo dado que se opone al buen funcionamiento.. La pulverización del síntoma presente en el DSM IV, da testimonio de su reducción a un trastorno, separado del sentido y por ende, de la intencionalidad inconsciente.

Ana R. Najles sitúa "La política de las cosas versus la política del sinthome"; Asistimos al ascenso al cénit del significante "evaluación" y de las terapias acordes, las TCC. Jean-Claude Milner en su libro "La política de las cosas", plantea que la evaluación, producto de la democracia moderna solidaria de la economía de mercado, no da el gobierno a los hombres sino a las cosas. Y la misma llama al peritaje, al control y así abandona el sufrimiento a su suerte. Por esto, Milner concluye que la evaluación, solidaria de esta política, jamás podría emitir un juicio favorable sobre el psicoanálisis. Y Ana Ruth nos recuerda que Lacan plantea que si bien el síntoma se reduce, siempre queda un resto, el sinthome,  Resto que resiste a la evaluación, resto al que apuesta el psicoanálisis dado que pone límite y hace fracasar a la política de las cosas.

La segunda Mesa Plenaria bajo la pregunta ¿Qué es para usted la cognitivización del psicoanálisis? contó con la presencia de Romildo do Rêgo Barros, Luis Erneta y Graciela Musachi, quien sumó su texto, pese a que estaba pensado para otra Mesa junto a Lizbeth Ahumada, sobre el tema "Los tratamientos de la falta. Reemplazo o suplencia". El título de la ponencia de G. Musachi, "Puntualismo Ortopédico" nos recordó que ya en ocasión de las discusiones sobre el análisis laico, Hermann Nunberg – "uno de los más prometedores jóvenes vieneses" al decir de Lacan- se ubicaba (a diferencia de muchos colegas de entonces y de lo más renombrados) del lado de Freud, en  contra de la medicalización del psicoanálisis. Lacan a su vez planteó: "En nuestras filas, como en todas partes, la lucha económica encuentra su ideología". Es decir que busca seguridad en teorías que se ejercen en el sentido de una terapéutica ortopédica, que tienden al conformismo, que procuran al sujeto un acceso a las concepciones más míticas del happiness. Si Nunberg, a principios del siglo XX, debate con el sentido común, médico, Lacan, a mediados de ese siglo, con el ortopedismo de tal sentido común. Nuestra actualidad debate con el sentido universal del ¡tásese! (como lee la autora a las TCC).

Romildo do Rêgo Barros tituló su ponencia "O congnitivización o psicoanálisis". En un interesante recorrido destaca que la discusión actual entre psicoanálisis y el congnitivismo, asociado al conductismo, es ante todo práctica, aunque envuelve cuestiones de civilización e ideologías fundamentales. Ella se expresa por medio de significantes familiares a la economía y a la gestión, tales como evaluación, eficacia y transparencia, que convergen todos en una búsqueda permanente de perfeccionamiento, cuyo objetivo fundamental es la normalidad. La normalidad, significante eminente de la estadística, de la educación y de la sociología, nos enseña Miller, puede ser entendido como un significante teológico, un punto de llegada absoluto. Es lo que hace que las TCC no se distingan de una reeducación, dado que operan en nombre de los universales de la cultura. Lo que es buscado es una separación entre sujeto y síntoma, lo que implica que el resultado no es la responsabilización del sujeto por su goce por medio de la formulación de su fantasma, sino que se llega a la alienación del sujeto a un protocolo de evaluación cuantitativa que se toma por el Otro.

Luis Erneta en "Trastornos del síntoma" afirmó que el síntoma es un trastorno para los que no creen en él. Y que si para nosotros, no deja de serlo, extraemos de él las virtudes, dado que las tiene, puesto que es una vía regia para nuestra práctica, dado que Jacques Lacan afirma que el psicoanalista, en su ejercicio, es un sinthome.

En su desarrollo que puntúa; 1) Sobre falacias y chiste, 2) El cuchillo de Lichtenberg en la hipermodernidad, 3) La práctica de una falacia y 4) Una prédica falaz. Hace un interesante despliegue en el que nos recuerda la definición de sofisma como sinónimo de falacia. Hace referencia a la expresión chistosa que Freud en 1912 trae de Lichtenberg: "cuchillo sin hoja al que le falta el mango" como ejemplo de una falacia y que retoma en el momento de su separación con Jung, cuando dice: "Para concluir, diré que Jung, con su "modificación" del psicoanálisis, ha ofrecido la contraparte del famoso cuchillo de Lichtenberg. Le cambió el mango y le puso una hoja nueva, como lleva grabada la misma marca, se supone que hemos de creer que ese instrumento es el original". Concluye: ¿Qué es para mí la cognitivización del psicoanálisis? Una falacia, un silogismo o un chiste, como se prefiera.

Miquel Bassols dio su Seminario en dos tiempos. La primer conferencia la tituló "Los errores cognitivos a la luz del sinthoma analítico". Se pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre síntoma y trastorno? El síntoma incluye en su estructura la singularidad. El trastorno supone una ley previa universal y objetiva. Trastorno supone un ideal de lo mental. Busca atrapar ese real que escapa. Cuando la ley universal no funciona, hay trastornos. Ya que es para todos. Trastorno es lo que no cumple con la ley universal.

El síntoma tiene otra lógica, no es lo que no funciona sino algo que cifra una verdad, la existencia de algo singular del sujeto que escapa a lo universal. El síntoma es lo imposible de soportar. A veces el trastorno se cura pero el síntoma insiste. El trastorno pide una curación en nombre de la universalidad de la ley. El síntoma no pide una solución. Es en él mismo una solución. Freud decía solución de compromiso entre la pulsión y el mundo exterior.

Hay una utilidad pública del síntoma que es evidente. El síntoma freudiano, el sinthoma lacaniano, es una función creada por el sujeto, un intento de solución frente a la pulsión y lo real. El síntoma mensaje cifrado en el análisis se devela como algo obsoleto y aparece en su dimensión de goce, como inutilidad. El sinthoma es reencontrar una utilidad a la inutilidad del goce del síntoma. Poder pasar del valor de verdad al valor de goce. El sinthome viene al lugar de un error.

El trastorno como error cognitivo se debe corregir en función de una ley universal; es un error de juicio. Las técnicas de modificación de la conducta buscan modificar el error cognitivo.

Silvia Tendlarz, quien acompañó a M. Bassols en esta primera parte, a través de un riguroso desarrollo planteo la diferencia entre las terapias cognitivas y las ciencias congnitivas.

Para las terapias cognitivas  el error es un concepto equivocado o juicio falso. Una desviación o distorsión respecto a la norma.

Los complejos neuronales están en la causalidad de los errores cognitivos. Hay una relación entre el significado y las neuronas. Las neuronas pueden determinar un significado.

A continuación Bassols hizo referencia al mito de la conciencia como lo que viene al lugar de lo imposible de representar, el objeto real perdido, das Ding, que supone la noción de psique como representación de la realidad exterior.

Lacan en su enseñanza, dice que no es entre lo físico y lo psíquico que establece el corte, sino entre lo psíquico y la lógica. Lógica como logos, lenguaje. Entendiendo el lenguaje como "araña agarrada al cerebro".

El error cognitivo no opera bien el corte. El error es hablar de la conciencia. El análisis debe hacernos despertar del sueño de la conciencia.

La Segunda Conferencia de Miquel Bassols se tituló "Usos del sinthoma. Usos del padre". Escogió este título en la perspectiva del próximo Congreso de la AMP a realizarse en Roma. Abordó la articulación entre el síntoma y el padre.

El mundo psi, en su práctica psicoterapéutica oscila entre dos posiciones.

1) Restaurar al padre en declive, el padre edípico.

2) Borrarlo en lo anónimo de la política de las cosas, que duda de la política de los sujetos. Donde el Otro es anónimo.

A veces hay una vertiente religiosa de esta versión del padre. El buen padre que va a cubrir todos los trastornos. Las TCC se hacen en nombre de un viejo padre que simplemente se equivocó. Se rectifica y se logra un goce pacífico. Encarna ese padre que no se equivocaría. Restaura el buen padre que sabe la buena manera de pensar.

La segunda posición es anular al padre, enterrarlo del campo del mundo psi.

En ese péndulo, el psicoanálisis dice que hay algo inútil en el síntoma y en el padre, pero que no por eso hay que borrarlo del mapa, enterrarlo.

¿Qué quiere decir ir más allá de ese padre, sin restaurar su reino?

Se abre una nueva clínica. Hay un utilitarismo en la figura del padre, que puede hacerlo superfluo.

La clínica de la pluralización de los Nombres del padre sirve para abordar los nuevos síntomas.

Del Nombre del Padre se puede prescindir a condición de servirse de él.

Para situar la paradoja del padre tomó cuatro textos de Lacan. El Seminario 3, "Kant con Sade", El Seminario de La angustia y Le Sinthome.

El Seminario 3, es donde Lacan plantea que el Nombre del Padre es la clave estructural para situar la diferencia entre neurosis y psicosis. Deduce la importancia del Nombre del Padre por su ausencia en la psicosis. El Nombre del Padre constituye al Otro como tesoro de los significantes, como un conjunto completo que incluye al conjunto vacío, representado por el falo.

Llamativamente en "Kant con Sade", habla de la ley pero no hay una sola referencia al padre, excepto cuando habla del Padre humillado de Claudel. Saca al padre del estrellato edípico, anunciando una clínica más allá del Edipo como soporte de la ley.

En El Seminario "La Angustia" hay una pluralización de los Nombres del Padre. El objeto a es la señal clínica de la angustia. En la última clase, que se titula "Del a a los Nombres del Padre", nos dice que hay que atravesar la experiencia de la angustia para abrirse al deseo. La angustia surge porque el sujeto no sabe qué es para el deseo del Otro. Hay un Otro que sería radicalmente Otro, la mantis religiosa, a lo que no me une ningún factor común. Cuando Lacan hablaba del Nombre del Padre, el falo era el factor común.

Aquí el sujeto y el Otro no tienen factor común. El objeto a es un resto inasimilable. Hace explotar al Nombre del Padre que choca con el objeto a. De esto resultará la pluralización de los Nombres del Padre, más allá del padre edípico.

Lo real es una serie sin ley. No hay una ley dada de antemano. Ejemplo de esto es el número phi (π). Phi puede ser uno de los nombres del padre una vez pluralizado. En el régimen de pluralización de los Nombres del Padre no sabemos qué paso viene después.

El inconsciente es el Nombre del Padre freudiano. Con la pluralización de los Nombres del Padre ¿qué usos del padre, qué usos del sinthome?

Los usos del padre en lo simbólico sería restaurar el lugar del padre en el lugar del Amo. Hacer del síntoma un trastorno, un error a corregir. Restitución de la conciencia, la conciencia moral.

Un uso del padre en lo imaginario sería diluirlo en no importa qué: el pasatismo del padre. El mundo psi toma una forma muy precisa, un eclecticismo a ultranza. Para Lacan, por el contrario, no es no importa quién, sino alguien cuyo deseo no sea anónimo.

Uso del padre en lo real: La ciencia puede decirnos quién es el padre, con las pruebas de ADN: se sitúa el gen del padre.

Para el psicoanálisis, el lenguaje también tiene un real. Lo real en lo simbólico es la letra. No es en el padre donde Lacan va a ubicar la ley.

El objeto a va a poder cifrar el nombre de goce del sujeto; la ley de la serie.

La presentación del libro de Jacques-Alain Miller: El Otro que no existe y sus comités de ética, estuvo a cargo de Guillermo Belaga, Juan Carlos Indart y Miquel Bassols.

G. Belaga eligió el tema del pase, el modo en que es presentado en este seminario. Una vez que el padre freudiano ya no solo se ha pluralizado sino también pulverizado, se abre la época lacaniana que plantea una clínica de lo real a partir de la inexistencia del Otro. El realismo del pase está presente "como el momento en que al sujeto le parece que el Otro no existe, o por lo menos entabla otra relación entre él y la inexistencia del Otro". El AE está entre lo singular y lo universal. El momento nominalista del pase requiere de un acontecimiento, a veces el pase mismo, de un acto de nominación.

J.C. Indart se refirió a cierta inquietud personal en torno a las referencias teóricas en juego en el seminario para abordar el malestar en la cultura. Las fórmulas de la sexuación son la referencia continua a los síntomas sociales. Para plantear que el malestar hoy, en el proceso del capital, trabajo y técnica,  con su producción ilimitada de plus de gozar, se articula con el para todos sin excepción. No se articula al no-todo.

M. Bassols señaló que estamos en la época de los desengañados. Esto tiene una incidencia en la clínica y en la sociedad. La angustia que no engaña aumenta, de ahí la proliferación de los ataques de pánico. La angustia pone límite a la posición cínica de pulverización de los nombres del padre. Si el Otro no existe, el realismo del pase es saber que quizás el Otro no lo sepa. ¿Cómo hacer una Escuela en la que el Otro sepa que no existe? La Escuela como lugar de elaboración continua del agujero, la causa analítica, saber arreglárselas con el síntoma. Hay modos distintos de no existir; el absoluto o no existe ahora pero no sabemos mañana. Puede retornar de la peor manera. De ahí el aumento de la angustia. Hay dos maneras de leerlo. El Otro no existe, para todos; Dios ha muerto, todo está permitido. El Otro no existe para todos; quiere decir que para algunos sí. El padre puede hacer semblante de Otro.  

El domingo por la mañana la actividad se realizó en el marco de mesas simultáneas. Cincuenta trabajos de colegas de la EOL fueron presentados, despertando amplio interés y una entusiasta discusión en cada una de las mesas.

La tarde del domingo estuvo consagrada a los Coloquios Seminarios, los que se realizaron en torno a seis temas: El síntoma contraría el sentido común; Psicoanálisis y Ciencias Cognitivas; Actualizaciones de la Transferencia; Cuerpos silenciados, cuerpos que hablan; Lenguaje: Neurociencia, Lingüística, Psicoanálisis. En los mismos, también el debate fue fructífero. Posteriormente, y luego del Cierre que estuvo a cargo de la Comisión Organizadora de las Jornadas, se dieron por finalizadas las XIV Jornadas Anuales de la EOL.

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