Septiembre 2017 • Año XVI
#33
Virtualia #33

Editorial: Animarse al soplo de la vida

Beatriz Udenio

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Emilia durmiendo
Oleo sobre tela 50x70 cm
Año 2014

¡Anímense con Virtualia 33!

Déjense envolver por su soplo vital. Porque estimula a seguir investigando algunos temas, porque resulta grato recorrerla en la variedad de recursos que utiliza y, sobre todo, porque hay que atreverse a entrarle a cada texto, a cada video, a cada imagen.

¿De qué trata este número?

Cada lector podría dar una respuesta diferente. Elegí la mía.

Este número de la Revista examina la vida contemporánea y sus consecuencias sobre los lazos, los sujetos y los cuerpos. Aborda esto con rodeos que atrapan pequeñas perlas surgidas de investigadores y artistas que analizan la ciencia y la cultura actuales. Pero también se ocupa de las investigaciones, lecturas y elaboraciones que los psicoanalistas pergeñan ante este estado de situación.

De entrada, la serie de imágenes elegidas se hace compañera de los textos, suavizando con sus tonalidades la fuerza de los trazos esbozados. Propicia de este modo el deseo de descubrir lo que hay en las entrelíneas de lo escrito y lo visual. Es una virtud.

Diría que este número es un llamado a la vida, si lo entendemos como un modo de afrontar el malestar actual de la civilización, tomado a lo largo de la publicación de modos variados, sutiles. Las soledades; las familias des-compuestas, que quizás apenas puedan componerse de un modo diferente; los padres, en plural, que solo puede considerarse uno por uno, como piezas sueltas. Transformaciones en los cuerpos que la ciencia permite, que la sociedad provoca, que el psicoanálisis acoge.

El cuerpo está presente en la mayoría de los trabajos. Ese cuerpo desconocido por nosotros mismos, ese cuerpo desposeído, del que nunca seremos propietarios, que no nos otorga identidad alguna, encuentra de la mano de la ciencia y en la multiplicación de géneros que el derecho propone, un fundamento a una supuesta identidad. Una identidad que escamotee lo Un erkannt en lo heim, lo que nunca logra hacerse idéntico a un uno mismo, en la propia "casa" del sujeto. Los trabajos lo nombran de modos diversos. Aquello que Miller nos invitó a reconocer como "éxtimo".

¿Qué ocurre con los cuerpos en una posible "digitalización de la vida"? Uno de los videos que "animan" la revista, nos sumerge en la falacia de lo inmaterial. Les sugiero seguir el desarrollo que da cuenta del proceso que se pone en juego para la transformación de lo material en inmaterial, y de sus consecuencias sobre la vida, interviniendo sobre los cuerpos y los sujetos. En otro, una cineasta problematiza el lazo entre intimidad e identidad. En el tercero, una breve obra experimental audiovisual nos enfrenta a lo que, en este arte, también nos resulta no conocido.

Hay otros aspectos que conciernen al cuerpo. Por ejemplo, lo que se desprende de algunos textos donde se hace referencia al amor –también el de transferencia- y sus alcances, pero sin olvidar el odio. Odio y amor son solidarios en los cuerpos hablantes. Y nada se puede sin odioenamorar. Sí, Lacan habló de ello, pero hallaremos otras referencias en la Revista. ¿Qué hacer ante esto? Tomar posición, nos dice un texto. Arriesgarse al odio-amor que es más real que el amor, a secas.

Podríamos decir que, según leemos, la sujeción a esta dualidad que nos habita logra una resolución tratando de hacer valer una libertad respecto al propio cuerpo.

Esta virtuosa Virtualia nos presenta al menos tres ejemplos de ello.

Uno de ellos, referido como inaceptable socialmente, es el caso de la muerte voluntaria. Es cierto, como nos dicen, que se trata de un acto que coloca al suicida fuera del mandato social. Pero también termina con el peso de soportar ese cuerpo Un erkannt –no reconocido.

Es un modo diferente al del cyborg donde la libertad respecto del cuerpo se juega en la creación de tecnología que permita extender los sentidos –vean la entrevista al respecto. ¿Nos convertiremos en cyborgs a gran escala?

Y uno más, el transexualismo, cuya convicción se hace posible de la mano de la ciencia operando sobre lo real del cuerpo junto a las leyes que definen que hay identidad de género. Cuestión que también comienza a constatarse en las consultas por algunos niños que quieren cambiar de sexo muy tempranamente –como nos dice otro texto.

Hay otros caminos, entre ellos el psicoanálisis, algunos textos también nos lo recuerdan, lo recorren, hasta plantear que ante aquello que llamamos agujero, vacío central, NO hay, lo que no se deja negativizar, lo realmente extranjero de cada quien, se drene hasta el punto tal que un sujeto se pliegue a esa pura percusión del significante en el cuerpo. Es otro modo de hacer, admitiendo ese desconocido que nos habita y constituye, esa Otredad radical.

No se llega allí de cualquier manera. Hay la vía propia al psicoanálisis: la interpretación, que es ready-made, como el de Duchamp, y que es también borgiana –al estilo oriental. Que va contra la soledad social, a la que hay que renunciar para integrarse a algún lazo con Otro. Y restituye la vergüenza a la dimensión que le diera Lacan, diferenciándola de la llamada "justicia expresiva", corriente del Derecho actual, afín a la sociedad de la transparencia que alimenta goce.

¿Logra el psicoanálisis recomponer algo de lo des-compuesto en la época? Hay que seguir esa línea con delicadeza. Tal vez a partir del acontecimiento de cuerpo, del sinthoma y de la aceptación de composiciones familiares únicas, cada una. Hay ficciones, sí, pero no hay ficciones compartidas. Quiero decir que cada vida sostiene una ficción. Cada familia es un asunto incomparable.

Aún los textos nos abren más preguntas: ¿Qué hacemos con esos restos del padre? ¿Y con esa Otredad radical del cuerpo? Es cierto, "el cuerpo se las toma" todo el tiempo, es un "objeto escurridizo. Y el padre también. Y la madre, en tanto mujer, aún da que hablar. Allí, varios textos nos indican que el acontecimiento de cuerpo es lo mejor que puede acontecer.

Una pequeña nota sobre los textos que invitan a leer otros textos: la "Sala de lectura". No son reseñas: cada uno de estos 10 textos – ¡sí, son 10 los libros/revistas comentados!- representa una elaboración inigualable, con marca propia. Con finos movimientos, podemos pasar de estudios críticos sobre el bullying, a la práctica posible con los adolescentes contemporáneos. Y luego encontrarnos interrogando las problemáticas de género e identidades; o recalando en el llamado al despadre sosteniendo un esfuerzo de poesía, o atreviéndonos a introducirnos en el reverso de la biopolítica. Y de allí al valor eminente de la música, sus mutaciones, sus relieves, para alguien que dice, precisamente, de su odio por ella. Para además dejarnos invitar a recorrer dos publicaciones de la EOL y una de un Departamento del ICdeBA. Y, finalmente, dejarnos abrazar por algunas frases imperdibles, como esta: "escribo porque busco, movido por una necesidad incontenible, las palabras que rompan el símbolo y lo traspasen".

Anímense a Virtualia 33 sin conformarse con lo tradicional: vayan y vuelvan, de un texto a otro, o a un video, mantengan dos ventanas abiertas a la vez; háganlos dialogar, sáquenles el jugo, y encuentren, vez por vez, ligazones, tensiones, preguntas, conclusiones, agujeros y sorpresas….

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