Noviembre 2014 • Año XIII
#29
Psicoanálisis y literatura

El acto en cuestión, su objeto

Graciela Musachi

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Susana GoldberCelebración
100x100 cm - Técnica mixta - 2011

1.

¿Por qué y para qué un psicoanalista escribe una historia del psicoanálisis?

En esta ocasión no está demás recordar que el primer historiador del psicoanálisis ha sido Freud y su "Historia del movimiento psicoanalítico" de 1914 presidida por el texto del escudo de armas de París como bandera: "Fluctúa pero no se hunde". Algo paradójico si constatamos que, en el texto, los franceses no quedan muy bien parados aunque eficaz, juzgado retroactivamente, como llamado al futuro.

¿Por qué y para qué Freud escribe una historia?

1. para historizar el movimiento analítico.

2. para marcar el carácter subjetivo de esta historia: esta historia es la historia de quien la escribe.

3. para hacerse responsable de los efectos de su acción (las resistencias deben caer sobre mí, dice)

4. Pero también hace historia del modo en que forjó su hipótesis (el inconciente) y su método, de aquellos que se congregaron a su alrededor para aprender, ejercitar y difundir el psicoanálisis, de su transnacionalización (por ejemplo "un médico, probablemente alemán, de Chile, defendió en el Congreso Médico Internacional de Buenos Aires, en 1910, la existencia de la sexualidad infantil y encomió los resultados de la terapia psicoanalítica en los síntomas obsesivos" y, en nota a pie de página: "G. Greve: "Sobre psicología y psicoterapia de los estados angustiosos" e indica su publicación en su revista. Digamos que esta original y desgraciada marca -"psicología" por "psicoanálisis"- llega hasta Plotkin cuando concibe al psicoanálisis como "teoría psicológica". Hacer este deslinde le permitiría cercar mejor su objeto, seguramente.

5. Freud historiza los Congresos de psicoanálisis y la fundación de la Asociación internacional como forma de su legado tanto como las defecciones de sus discípulos

6. delimita el campo del psicoanálisis para - lo deja sentado- diferenciarlo del punto de vista de la masa (caso Jung)

En fin, como subraya Plotkin, con su historia Freud hace política del psicoanálisis, lo cual no prueba ninguna incapacidad sino una manera de concebir su transmisión. Así, para el psicoanalista, el psicoanálisis ha tenido éxito porque ha fluctuado y no se ha hundido, es decir, porque sigue existiendo como práctica aunque de su acto no haya historia, según dice Jacques Lacan. Quizás como prueba de que la historia es imposible.

Con su versión del "famoso cuchillo de Lichtenberg" (aquel al que le cambiaron la hoja y el mango y decían que era el mismo porque llevaba la misma marca) Freud pone el punto final a su historia y, de este modo, le da su sentido: historia, cada vez, del establecimiento de los límites del campo freudiano mediante su enseñanza, su práctica y su difusión. En Jacques Lacan, el cuchillo se transforma en una pregunta filosa ¿qué es un analista?


2.

¿Para qué escribiría una historia del psicoanálisis un historiador?

Mariano Plotkin, por ejemplo. Para él, merece una explicación el secreto del éxito global sin precedentes del psicoanálisis. Definir, aquí, "éxito".

Plantea además que su reflexión es de índole metodológica por las dificultades para definir su objeto. Dificultades que pone en escena: ¿El objeto es la cultura psicoanalítica, las comunidades psicoanalíticas, la disciplina psicoanalítica, el llamado "problema del psicoanálisis" (cual), la producción de "conocimiento" psicoanalítico, el "sistema de pensamiento", la "profesión", el psicoanálisis?

En 2002, en una experiencia entre colegas de la IPA y la AMP que se llamó "Fragmentos y construcción de la historia del psicoanálisis en la Argentina" yo citaba el sintagma de Andreas Huyssen "pretéritos presentes", mediante el cual él subraya la diferencia de nuestro tiempo con el de la modernidad (tiempo al que nombraba como "futuros presentes"), para mostrar los efectos sobre el tiempo de los movimientos transnacionales de la globalización. Ese efecto es una cultura de la memoria contra el exceso y/o déficit de presente. Este efecto global tiene un ámbito local para esa práctica que es siempre político por lo cual, dice Huyssen, para garantizar un futuro con memoria es necesario distinguir los que él llama "pasados utilizables" de aquellos desechables, se requiere, pues, discernimiento y recuerdos productivos ya que se trata de recordar el futuro en lugar de preocuparse por el futuro de la memoria. En este punto de elección, punto ético y político, me intereso por la política del historiador del psicoanálisis en la Argentina.


3.

De acuerdo con Mariano Plotkin: es necesario articular aquí la dimensión transnacional con los modos específicos de recepción locales pero -agrego-diferenciando la práctica y difusión (con las transformaciones que eso conlleve) de los lugares de invención, validación e irradiación. A este respecto es necesario aceptar la distinción de Bourdieu de centro y periferia ya que el psicoanálisis en la Argentina es un campo cultural periférico pues no lo ha inventado ni ha visto nacer a, por ejemplo, Jacques Lacan o Melanie Klein; por otra parte, como afirma Sigal, las mayores incidencias de políticas del psicoanálisis provienen de analistas ligados a instituciones que remiten a instancias de consagración "externas" e interiorizan criterios "exteriores" de valorización. Sigal también menciona que el reconocimiento de esos centros de irradiación -se puede ver bien en la figura de Jacques-Alain Miller- funciona tanto para apoyarse en ellos como para rechazarlos…y así apoyarse en ellos.

Se cumple también la observación de Sigal de que en esa gestión "marcada por la escasa capacidad de los grupos" para manejar sus diferendos, se combina la función universalista de los "héroes modernizadores" y el "esfuerzo particularista" por la "distinción cultural" No podemos obviar aquí el nombre de Oscar Masotta en la entrada del psicoanálisis de orientación lacaniana en la Argentina o de los pioneros Rascovsky, Garma, Pichon, etc. para la APA.

"Entre el consenso local y el aval internacional, el puente que une las antípodas pone en juego la causa (…y) es el resultado de una preferencia subjetiva". Esta afirmación de German García me sirve precisamente de puente para recordar que, si Freud ha podido decir (a Jung) que a su "enseñanza sólo se han de someter los que la quieren" y Lacan lo ha repetido casi con las mismas palabras es porque la del psicoanálisis es …la historia de un amor ¿Cómo hacer una historia correcta de ese "objeto", del amor por un "objeto", cuerpo vivo con el que se establece un vínculo que, sin embargo, no existía como tal objeto hasta el momento en que Freud lo inventó, el psicoanalista?. Se me dirá que es un bolero. Lo es. Sufren de eso y por eso nuestras historias son historias de cuerpos que se encuentran y desencuentran, de nombres propios, de economías delirantes.

Quizás sea ésa también la razón por la cual mi pregunta no es por el éxito del psicoanálisis sino por el amor de tantas mujeres por el psicoanalista.

En lo que respecta a los legos, Plotkin lo plantea en el punto justo en que lo captó Forrester: los freudianos verdaderos no son tanto los psicoanalistas que ya han sido reclutados sino los lectores de Freud quienes aún hoy quedan atrapados en las redes de la identificación al leer sus textos canónicos. Y la identificación, dice Freud, es una forma del amor.


4.

La propuesta metodológica de Plotkin frente al bolero sitúa una posición del sujeto cuya riqueza retórica puede tener consecuencias también apreciables: perplejidad primero y espíritu etnográfico después. Esperamos sus resultados con interés para verificar qué futuro ha recordado con sus elecciones de pasados utilizables

Quizás nos sorprenda otra historia de amor.

Abril 2009.

NOTAS

  1. Cf. http://www.congresogombrowicz.com/
  2. Versión española. Un comienzo en la vida. De Sartre a Lacan, Ed. Síntesis, Madrid, 2003.
  3. En cuanto a la ubicación de Borges junto a Gombrowicz cabe recordar la posición del escritor Edgardo Russo cuando afirma que "las Inquisiciones de Gombrowicz asumen una modalidad más salvaje que la de Borges" (Consideraciones sobre el panfleto de Gombrowicz contra los poetas, Ed., UNL, Santa Fe, 1986). Cuestión que dejaremos pendiente.
  4. Se puede seguir el desarrollo de este procedimiento en el libro de Germán García, Gombrowicz. El estilo y la heráldica, Ed. Atuel, Bs. As, 1992.
  5. Germán García desplegará este punto respecto del héroe irrisorio de nuestro tiempo "Gombrowicz lo somete a la lógica de las partes, sin responder con el conocimiento: cultiva una sabia estupidez" (Germán García: "Gombrowicz: cómico de la lengua", en escrita facsimilar t 1, Ed. Eduvim, Villa María, Córdoba, 2013).
  6. Cf. Seminario Aún y en el capítulo "La mercancía y del dinero" de El Capital de Kart Marx.
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